Buenas tardes señores pasajeros.
Hace poco me hicieron una pregunta sobre una noticia que aparecía en la prensa canaria. Según parece un avión que realizaba la ruta entre Madrid y Buenos Aires tuvo que hacer una parada en Tenerife para dejar a una pasajera que tenía un problema médico importante.
La noticia no solo era sobre la urgencia médica, sino sobre el porqué el avión tuvo que deshacerse de 110 toneladas de combustible para aterrizar. ¿ De que manera afecta ese combustible al mar y por que tirarlo ?
Según los datos que ofrecía el artículo de prensa, el avión despegó de Barajas con 126 toneladas y al decidir aterrizar, el comandante se deshizo de 110. Yo ya no vuelo ese tipo de avión, pero lo he volado durante 14 años, así que los datos sin ser exactos me suenan un poco, y en una ruta como esa y ese modelo de avión es relativamente normal que lleve esa cantidad. La capacidad máxima ronda las 193 toneladas de combustible, y en las primeras horas de vuelo es posible consumir unas 25 aproximadamente. Así que si tuvieron que aligerar el avión en 110 toneladas es que iban realmente cargados al máximo y buscaban dejar al avión con un peso de 256 toneladas.
El porqué de esto es una razón de “peso” y es que, estructuralmente, el avión está diseñado y certificado para soportar una masa máxima al aterrizaje de 256 toneladas, y es ese el peso que nos garantiza aterrizar con la total seguridad de que nada se romperá. Podríamos aterrizar en caso de urgencia extrema con pesos superiores llevando a cabo un procedimiento llamado “aterrizaje con sobrepeso”, pero esto conlleva una revisión muy costosa tanto en dinero como en tiempo del avión que supondría retrasar mucho el vuelo a Ezeiza. Habría que trasladar a Tenerife personal y equipo especial que dadas las circunstancias harían de la operación a Buenos Aires un verdadero caos esa noche. Y sobre todo reduciría el margen de seguridad de la operación.
Una vez sopesada la urgencia médica y la emergencia real, la pregunta que siempre nos hacemos es si de verdad compensa tirar esa cantidad de combustible, sobre los costes de esa revisión. Y la respuesta, sin lugar a dudas, es siempre: SI. Aterrizar en esas condiciones supone añadir una carga al tren de aterrizaje, frenos y estructura del avión en general que se multiplica exponencialmente cuanto más nos alejamos de los pesos de certificación. Hay que frenar el avión en la pista que hemos elegido para aterrizar y la distancia de frenado puede estar comprometida por las condiciones meteorológicas y físicas de la propia pista. Seguridad por encima de costes.
Hay que tener en cuenta los equipos de emergencias que hay en ese aeropuerto para podernos atender en caso de que algo salga mal. Alguna rueda podría reventar por las altísimas temperaturas que alcanzarán los frenos – por encima de 700ºC – . ¿Hay tractor con una barra para remolcarnos? ¿Combustible? ¿Hoteles para los pasajeros? Etc..
Son muchos los parámetros que tenemos en cuenta a la hora de tomar esa decisión, y siempre es una gran responsabilidad para el comandante. Principalmente porque estas circunstancias suelen plantearse porque la vida de alguno de ustedes está comprometida.
La gran mayoría de aviones no tienen ese sistema para aligerar peso rápidamente, así que lo único que les queda es volar durante un tiempo para irlo quemando hasta alcanzar valores aceptables de aterrizaje, siempre ponderando la urgencia médica con la repercusión del aterrizaje con o sin sobrepeso. Pero ese avión en concreto que tuvo este suceso sí que tiene ese sistema llamado Fuel Jettison el cual, por medio de unas válvulas y con las bombas de combustible, saca, muy pulverizado, el combustible por unos tubos en cada ala hacia afuera a un ritmo de 1500 kilogramos por minuto.
Así que nuestros compañeros estuvieron una hora y cuarto soltando lastre. Este combustible no llega al mar ni al suelo ya que sale tan pulverizado que se evapora a esas altitudes tan altas y frías, con lo que la atmósfera lo absorbe y reparte. Hacerlo en círculos sobre el aeropuerto no es recomendable y está hasta prohibido ya que en ese escenario los motores tragarían el combustible que se queda detrás del avión y eso aumentaría peligrosamente las temperaturas del interior del motor y la turbina. Se hace en líneas rectas dibujando figuras geométricas amplias con la ayuda de los controladores.
Pero hoy nada de esta emocionante actividad nocturna nos ocupa, hoy vamos tranquilamente con una puesta de Sol magnífica y nuestro avión está volando a la perfección. Todos los sistemas funcionan bien, y ustedes también están cómodamente disfrutando del entretenimiento a bordo, el wifi y alguna siesta.
Llegaremos puntuales a destino y si no hay cambios será una tarde preciosa en Guatemala, rodeados de volcanes y algunas nubes muy altas. Muchas gracias por volar hoy con nosotros y tengas ustedes una feliz tarde.


Deja un comentario