Muy buenas tardes señores pasajeros, una vez más bienvenidos a este nuevo trayecto por el aire de los océanos.
Hoy cierro un círculo de 18 años, ya que hace hoy 18 años de mi primer cruce del Atlántico y, casualmente, hacia el mismo destino: Santo Domingo.
Muchas cosas han cambiado desde aquel mi primer vuelo en A-340. Recuerdo los compañeros con los que iba, entonces éramos tres y hoy tan solo vamos dos. Me pasé todo el vuelo en cabina observando y absorbiendo todo lo que ocurría ya que era todo nuevo. Había volado el avión en un vuelo corto a Canarias anteriormente, y este era mi primer vuelo “de verdad”…. hacia América, nada más y nada menos.
El avión tenía cuatro motores y ahora vamos con uno de dos ( A-330 ), el método para mantener las comunicaciones ha cambiado sensiblemente y ya no son tan complicadas como entonces, cuando solo existía el HF. Hoy tenemos un equipo humano en tierra que nos acompaña en la vigilancia del vuelo y nos sentimos mucho más encima de la operación, más control.
Ahora yo soy el comandante, me siento a la izquierda y a mi derecha va un compañero que se encuentra en la misma tesitura que yo en aquellos primeros vuelos. Aquí todo aparenta seguir igual, pero han cambiado bastantes cosas. En este mundo todo son cambios, constantemente hay cambios. Los hay previstos como las revisiones de los manuales del avión, la normativa o la cartografía. Procedimientos que se adaptan a los nuevos requisitos legales, o aprendidos tras algún incidente en la aviación.
Nada es fijo y constante, todo cambia. Sin llegar a poner todo en duda, hay que mantener una mentalidad abierta al cambio para poder adaptarnos mejor a lo nuevo.
También hay cambios impuestos por las circunstancias, como no poder aterrizar en el aeropuerto de destino por la meteorología, o tener que hacer una parada antes de llegar porque un pasajero se nos pone enfermo, desvíos por tormentas, equipos que dejan de funcionar de repente, etc. Por suerte este tipo de cambio son los que menos se dan, y así podemos seguir brindado el servicio que ustedes esperan recibir.
No obstante estamos alerta y preparados ante cualquier eventualidad. Estamos listos al cambio. Estamos muy entrenados para mantener un conciencia situacional grande, identificar los cambios, tener varias opciones a elegir y, entre los dos, tomar una decisión y ejecutarla para solventar y dar solución a los problemas que puedan surgir.
Y esto en la vida yo lo llamo ser tolerante y flexible.
El Atlántico hoy es como una balsa de aceite, ya que no se mueve, ni el agua ni el aire. El Caribe parece estar limpio de tormentas grandes y la República nos espera con una tarde muy soleada y temperaturas muy húmedas rondando los 30 grados. Parece que vamos a llegar unos 5 minutos antes de hora y ya vamos ahorrando unos 600kgs de combustible. Todo va bien aunque no es lo planeado ya que hemos tenido algunos cambios: la pista de despegue y la trayectoria de salida del área de Madrid nos las cambiaron minutos antes de la salida, las velocidades de despegue, un pasajero deportado que no se ha presentado, nos ha fallado una de las computadoras de a bordo, pero al hacerle un reset la hemos recuperado… Y así vamos avanzando.
Han pasado 18 maravillosos años.
Muchas gracias y sigan disfrutando del vuelo.


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