Buenas noches señores pasajeros, hoy es un día con cierta tristeza en nuestras mentes.
Todo empezó con un anuncio en el que quería llamar la atención sobre una despedida de un viejo amigo.
Inmediatamente empecé a recibir preguntas y posibles propuestas sobre “mi despedida”: ¿De la empresa?, ¿de España?, ¿mi jubilación…? Todas interesantes opciones pero ninguna se acerca ni por asomo a la realidad, que como siempre , es mucho más sencilla…
Lo cierto es que hace unas semanas fuimos avisados del apagado de un VOR que ha estado en nuestros vuelos durante muchos años: el VOR de BRA, 114,5. Lo apagan aunque su posición geográfica la ocupará un punto llamado igual “BRA”.
Mantener una instalación como un VOR, cuesta dinero y esfuerzo por parte de las instituciones que siempre están buscando la manera de reducir costes. En este caso BRA dejará de funcionar hoy día 9 de Septiembre, y esto no se queda así.
Toda la función del VOR del aeropuerto de Madrid gira entorno a servirnos como punto de apoyo en las entradas y salidas estandarizadas de las 4 pistas del aeropuerto. Cualquier despegue y/o aterrizaje en algún momento se basaba en un radial y una distancia al VOR, pero a partir de ahora no será así.
Comenzando ya mismo, los operadores tendremos que usar unas rutas y aproximaciones que no se basan en estos equipos de tierra, sino que nos guiarán en base a los equipos de navegación que llevamos a bordo, y al servicio de posicionamiento global GPS. Estos sistemas han demostrado una fiabilidad y una eficacia en ruta, que ahora también podemos usar en áreas terminales donde hay más congestión de tráfico y , a pesar de la mayor cercanía entre aviones, se siguen manteniendo los márgenes de seguridad establecidos. Igualmente se implementan nuevos sistemas de contingencia en caso de que se den fallos de los equipos, y todos los involucrados ( pilotos, controladores, y personal en tierra en las áreas de operaciones ) estamos entrenados y preparados para esta nueva forma de operar.
“Navegación basada en la performance”, así es como se llamará de ahora en adelante nuestro nuevo sistema de vuelo. No es nuevo del todo ni Madrid es pionero en su implantación, ya que los operadores llevamos bastante tiempo usando este sistema en otros aeropuertos del mundo que han sido algo más rápidos en estrenarlos. No es sencillo ni algo fácil de hacer, hay muchos estamentos tanto administrativos como técnicos involucrados, y antes de terminar con un sistema hay que tener el otro listo, probado y certificado para poder ponerlo en marcha en un momento dado.
Con este nuevo sistema se aprovecha mejor el espacio aéreo permitiendo flexibilizar su uso y posiblemente hacerlo más efectivo y ecológico, pero esto no es todo. El siguiente paso será probar aproximaciones hasta la toma de contacto también sin ayudas de tierra, tan solo con el equipo del avión y nuestro entrenamiento. Hoy en día están ya en marcha en muchos aeropuertos del mundo, pero siguen teniendo limitaciones sobre todo, en cuanto a la capacidad de guiar al avión lo suficientemente cerca del suelo como para que los limites de visibilidad bajo los cuales el piloto se hará cargo de la aeronave, sean tan bajos como los que tenemos hoy en día.
Tampoco se ha desarrollado la tecnología lo suficiente como para que el avión aterrice solo sin ayudas en tierra, manteniendo esos márgenes de seguridad mínimos de los que hablábamos antes.
Así que por ahora nos despedimos de BRA, pero nos quedan las balizas y los ILS, todos con su característico sonido en morse que solíamos comprobar hace años.
Muchas gracias por acompañarnos en esta noche peculiar, y hasta el próximo vuelo.


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