La aviación vista por un aviador

JULIO VERNE

Muy buenas tardes, señores pasajeros,

Aunque fue Julio Verne quien soñó con un viaje al Centro de la Tierra, nosotros hoy también nos vamos de viaje a un lugar muy peculiar.

Pero antes de despegar, esta mañana al llegar al avión me sorprendió muy gratamente encontrar en la cabina a dos mecánicos de la flota. Estos compañeros, entre las muchas cosas que hacen, se encargan de firmar el libro donde certifican que el avión está aceptado para volar legalmente, y que cualquier mantenimiento realizado, ha sido bajo los estándares que tanto la legislación como el fabricante del avión estipulan.

El encuentro fue grato porque uno de los TMAs (así se les conoce) era una chica joven que empezaba su andadura en la empresa y, nada más y nada menos que atendiendo al A350 en plataforma. Su cara seria y concentrada demostraba su interés por aprender y dar lo mejor. Inmediatamente me acordé de mis primeros meses en la empresa con esa misma sensación. Le dimos la bienvenida y enhorabuena cuando nos despedimos de ellos una vez acabaron sus tareas a bordo. Siempre es agradable ver la continuidad de esta, nuestra casa.

Eran las 12 de la mañana y los fingers de los aviones que nos rodeaban estaban llenos de pasajeros que se dirigían hacia cualquier lado del planeta, aunque mayoritariamente hacia las Américas. Solo somos un puñado de personas involucradas en esto cada día y siempre a la misma hora: llevando tantos sueños, alegrías, desgracias, amores e historias en nuestras alas. Parece una cosa pequeña pero no es baladí estar en alguna de las páginas de las miles de historias que se escriben en estos viajes.

Hoy por ejemplo, una vez cerradas las puertas y comenzado el rodaje de camino a la pista de despegue tuve que parar el avión en mitad de una calle de rodaje. Pedimos permiso a la controladora de la frecuencia para pararnos allí, ya que nos avisó la sobrecargo de que en la parte trasera del avión, dos personas estaban discutiendo acaloradamente.

Parece ser que había una diferencia de opinión entre quien podía o debía ir en un asiento de ventanilla y la situación escaló de tal manera que solo se arregló tras la amenaza de ser bajados del avión que les llegó a sendos pasajeros por parte de la tripulación. Este tipo de situaciones no suelen darse mucho a bordo, aunque a veces, pasa. El problema es que una situación de este tipo nos afecta a todos, también al resto de pasajeros que pueden sufrir retrasos u otros contratiempos sin tener nada que ver con lo que está pasando. Afortunadamente el conflicto no llegó a mayores y finalmente despegamos. Ya en vuelo surgió algún otro conato, pero fue controlado sin más consecuencia.

Despegamos de Madrid en una mañana soleada y fría con espectacular cielo azul. Casi inmediatamente pusimos rumbo a Ávila y, dejando Salamanca a nuestra derecha, abandonamos la península ibérica sobre Aveiro y de allí hemos puesto rumbo casi en línea recta a la isla de Dominica en el Caribe. Puerto Cabello en Venezuela seguido de Santa Barbara de Barinas nos llevaran hacia Colombia donde sobrevolaremos Bogotá y entraremos en Ecuador sobre la Cordillera de la Bretaña, directos al Pichincha y finalmente aterrizaremos en el Nuevo aeropuerto de Quito.

Hoy es víspera de elecciones municipales en Ecuador, así que se aplica lo que llaman la “Ley Seca”. Resumiendo: no hay alcohol en ningún sitio de ocio u hostelería. Mañana es domingo así que aprovechando el poco tráfico creo que iré temprano a visitar el Centro del Mundo donde yo ya he estado varias veces, pero uno de mis compañeros no conoce aún.

Sin llegar a ser Julio Verne ni emular las aventuras del profesor Lidenbrock estos, nuestros viajes, a lo largo y ancho de parte del planeta, nos dan una visión muy amplia de las cosas, del papel que desempeñamos en nuestros pequeños mundos y contextualizan nuestras vidas.

La pelea por la ventanilla fue para esos pasajeros el momento más interesante de su día, pero se les ha olvidado que estamos cruzando uno de los mayores océanos, que vamos a una velocidad altísima y conectados vía wifi con cualquier rincón del planeta. Que a pesar de todo su acaloramiento, vamos a llegar donde se conoce había una civilización asentada desde el año 1030 a.C. y donde los españoles fundan la ciudad en 1534.

Ni el más soñador de los primeros incas que estuvo por Ecuador en aquellos años, y ni siquiera el genio de Julio Verne fue capaz de imaginar nada como lo que hacemos hoy todos nosotros.

Sigan disfrutando de estas maravillosas vistas sobre el Caribe soleado y despejado. En breve dejaremos Haiti a nuestra derecha y comenzaremos a sobrevolar los Andes donde tendremos otras vistas espectaculares de la fuerza de la naturaleza.

Una vez más les agradezco su tiempo a bordo, sobre nuestras alas. Muchas y gracias y hasta nuestro próximo vuelo.

Francisco Juan López Medina

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6 respuestas a “JULIO VERNE”

  1. Avatar de Juan Pablo Panozzo
    Juan Pablo Panozzo

    Gracias Francisco por compartir su vuelo, siempre da mucho placer leerlo. Muy buena elección haber incorporado fotografía, son siempre bienvenidas más si son tomadas desde el cockpit 🙂 grafica aún más sus comentarios.

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  2. Avatar de Carmelo Rodriguez
    Carmelo Rodriguez

    Muy ameno e interesante.
    Se hacen muy cortos tus relatos.

    Saludos

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    1. Es que son vuelos “muy cortos”😜. Gracias

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  3. Avatar de Jose Manuel Barcena
    Jose Manuel Barcena

    Gracias por compartir estos , siempre interesantes , comentarios

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