Muy buenas noches, damas y caballeros.
Sobrevolando la noche colombiana de la Amazonía no se mueve nada más que los carritos de las comidas y bebidas que los compañeros suben y bajan por los pasillos del avión en su labor de mimarlos, mientras ustedes disfrutan de las películas del entretenimiento a bordo.

Siempre hay alguna persona o equipo que se dedica a supervisar e intentar mejorar estas experiencias a bordo para cumplir las expectativas del pasajero y adaptarse a lo que la oferta de la competencia tiene a nivel mundial.
Hoy hemos salido con más de 4 horas de retraso porque, como ya les dije antes en el mensaje de bienvenida, el avión sufrió un impacto de ave ayer cuando llegaba a Madrid. Se lo llevaron al hangar y allí cambiaron la nariz del avión por una nueva para seguidamente regresar a Lima donde hoy lo hemos cogido nosotros y ya estamos de regreso a casa. Alguien decidió que la “rinoplastia” era necesaria.

Al salir de Lima hoy hemos dejado la luz de cinturones encendida más de lo normal hasta haber franqueado los Andes ya que había un pronóstico de turbulencias en altura, pero nos mantuvimos a un nivel más bajo para, satisfactoriamente evitarlas. Esta decisión ha sido propuesta por uno de los copilotos.
Aquí delante, e incluso antes de llegar al avión nos pasamos la vida tomando decisiones que nos afectan a todos en mayor o menor medida, muchas de ellas están muy tabuladas y es tan sencillo como elegir entre A o B, pero hay otras miles que aprendemos con el paso de los años, las horas de vuelo con el curtir del sentido común y la sabiduría heredada de nuestros mayores.
La cantidad de combustible, una ruta o la otra, los niveles de vuelo, por que lado sortear una tormenta, llevar abrigo en agosto o no, solicitar deshielo de las alas o no es necesario, dar la orden de que comience el embarque o esperar a que acaben de cargar el catering en la parte trasera del avión, etc. Siempre eligiendo algo.

Nos llama Bogotá para pedirnos que cambiemos de nivel, quieren un nivel par. ¿Subimos a 360 o bajamos a 340? Vamos a subir porque arriba el viento es más provechoso. Y aprovechando que estamos en Colombia voy a tomarme un café, no es que sea colombiano pero es el consuelo que me queda al tomar café de avión y a las 9 de la mañana españolas es hora de tomar otro, ya que llevamos 9 horas y pico despiertos. Decisiones.
Desde aquí seguiremos hacia muy cerca de la isla Margarita en Venezuela, donde comenzaremos el cruce del Atlantico sobrevolando Granada casi directos hacia Lisboa, Plasencia, el majestuoso Toledo y finalmente Madrid. Donde nos espera una tarde preciosa de finales de verano con una temperatura que estará rondando los 28º a esa hora.
Estamos estimando aterrizar unos 25 minutos antes de lo reprogramado, pero con el retraso inicial vamos a llegar tarde. Aquellos de ustedes que sigan en vuelos de conexión no se preocupen ya que al llegar les estarán esperando para llevarlos a la puerta de embarque de su nuevo vuelo hacia sus destinos finales. También eso lo decide alguna persona.
Estamos rodeados de circunstancias que nos llevan a decidir, a elegir.
Una vez más muchas gracias por elegirnos a nosotros, y como siempre esperamos volver a verlos abordo de nuestras alas.
Hasta la próxima.


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