Buenas tardes señores pasajeros.
La tarde está preciosa y Miami está a tan solo un par de horas. Nuestro avión está funcionando perfectamente y a pesar de dos cambios de ruta que nos han impuesto a lo largo del cruce del Atlántico, vamos a llegar unos 10 minutos antes de hora.
Nuestra ruta de hoy ha sido especialmente alta ya que hay una fuerte borrasca en el océano que se dirige hacia la península ibérica con mucha fuerza, y no estábamos por la labor de forzar su bienestar solo por ahorrarnos algo más de tiempo y combustible. Su comodidad y seguridad son lo primero para todos nosotros.
Hace un unos días tuvimos la ocasión de volar el avión más nuevo de la compañía y traía un sistema nuevo que hará la operación más segura.
En determinadas condiciones meteorológicas puede darse una situación desagradable en la que las sondas de velocidad, temperatura y ángulo de ataque del avión queden inutilizadas y den unas señales erróneas a los ordenadores de vuelo del avión.
Estos inmediatamente, y por su diseño, nos protegen mandando una orden de morro abajo para incrementar la velocidad perdida, o que ellos creen que hemos perdido. Igualmente se puede dar el caso inverso en el que las sondas den una señal de alta velocidad y el avión igualmente para protegerse ordene a los mandos de vuelo una señal de morro arriba. Todo esto puede ocurrir con o sin piloto automático y en prácticamente cualquier fase del vuelo, repito solo si se dan las condiciones necesarias.
Estoy hablando de situaciones límite ya que hay varias sondas y varios ordenadores de vuelo que constantemente vigilan todo y solo si se alinean todas las coincidencias, podríamos llegar a una situación como esas. Claro está que el fabricante del avión prevé esta anomalía y pone varios filtros de protección ante ella, pero al final solo es el piloto el que ha de darle una solución práctica.
Hace unos años ya toda la aviación mundial quedó conmovida por un accidente trágico sobre el Atlántico de un avión como este nuestro de hoy, que se enfrentó a unas circunstancias realmente anómalas que pusieron al avión en esa situación de la que hablaba anteriormente. Casi en el primer mes tras el accidente y gracias a la información que el avión mandó al centro de control vía satélite antes de desaparecer, pudimos saber con ciertas garantías qué le había pasado. Quizás no sabíamos el porqué, pero si lo ocurrido. Inmediatamente añadieron a nuestra documentación un gran dosier donde se nos explicaba cómo identificar esa situación para prevenirla y, si fuese ya inevitable su encuentro, cómo salir de ella sin problemas. Que yo sepa se dieron 3 casos muy seguidos que, gracias a este entrenamiento, no fueron a más. Pero ya el “enemigo” estaba identificado y sabíamos como sortearlo.
El procedimiento consistía en dejar al avión con un solo ordenador de a bordo y volarlo a mano siguiendo unas referencia de actitud y unas potencias que teníamos en unas tablas. Un procedimiento sencillo cuyo truco para hacerlo bien era saber identificar el problema y proceder a controlar el avión, volarlo y después solventar el problema de las sondas.
El tiempo ha pasado y hace tan solo un mes hemos recibido un nuevo avión que ya tiene lo último en avances y desarrollo del fabricante, y entre otras cosas, trae un sistema que es capaz de identificar el problema y hacer que el uso de tales tablas sea innecesario, ya que nos ofrece una presentación gráfica en nuestras pantallas haciendo que la recuperación de dicha situación sea más sencilla y eficiente. Aún así, para el resto de la flota seguimos con el sistema anterior y poco a poco les instalarán el sistema nuevo al pasar por hangares, de forma que siempre tengamos los máximos niveles de seguridad a bordo.
La aviación desgraciadamente es así, y a veces hay que llegar a un accidente para aprender en pos del bien de todos. Aprendemos de nuestros errores ya que nos jugamos mucho.
¿Cómo se sienten volando en el Triángulo de las Bermudas ? Estoy convencido de que ninguno de ustedes se ha preguntado o está preocupado por esto. Un mito más, como ese que dice que la Tierra es plana.
Nos espera una Florida despejada y luminosa con 27ºC, viento suave del norte y humedad, bastante humedad. Por lo demás hoy no tengo más para ustedes que desearles una muy buena estancia en los Estados Unidos y, cómo no: volver a verles de nuevo a bordo.
Muchas gracias.


Replica a Paco Lopez Cancelar la respuesta