Buenos días, señores pasajeros. Estamos regresando de Centroamérica, y hoy la
ruta planificada nos ha traído muy arriba en el Atlántico. Aprovechando los vientos en cola que hay por esta zona, vamos ahorrando bastante tiempo sobre el horario programado para esta ruta a lo largo del año.
Parece increíble que recorriendo bastantes más millas de lo habitual y manteniendo la misma velocidad, en el invierno europeo subamos a la latitudes casi como las de Boston para volar desde El Salvador a Madrid como por ejemplo hoy.
Eran cerca de las 11 de la noche en España, cuando tras unas escasas 24 horas en
el hotel de Guatemala, salíamos para el aeropuerto de La Aurora. Preparativos para un vuelo muy breve pero intenso dada la orografía de la zona y la meteorología de ayer tarde. Despegamos y tras sortear algunas células tormentosas y dar un amplio rodeo por el abundante tráfico que rodeaba el “Aeropuerto Internacional Monseñor Oscar Arnulfo Romero y Galdámez” ( si, ese es el «breve nombre» ) llegamos al parking. Y comienza la escala más larga de la noche.
Curiosamente nos llama la atención que como carga que viene desde Madrid y que continúa a El Salvador, van unas cajas de Botox que en si no son materia peligrosa, pero si que lo es el hielo seco que lo acompaña para mantenerlo refrigerado. En Guatemala hacemos una breve escala de limpieza, donde no añaden catering y tan solo añadimos combustible y el equipaje de los nuevos pasajeros.  Es en El Salvador donde hacemos una escala completa y algo más larga. En estas rotaciones de 3 vuelos vamos 4 pilotos ya que superamos los máximos legales de actividad laboral para estos vuelos y horarios. El parámetro usado para hacer el reparto de trayectos es el de la antigüedad, de tal manera que a mi me ha tocado hacer el de venida hasta Guatemala, y en los otros dos vuelos  hago labores de refuerzo. Aunque siempre estamos los 4 en las fases de despegue y aterrizaje.
Así que llegando al meridiano 40 Oeste, me han llamado para que me siente en
cabina y releve al compañero que lleva desde el principio sentado a los mandos.
Este relevo implica un cambio de tripulación a los mandos y el “saliente” traslada
información relevante del vuelo que incluye detalles del cómo va el consumo de combustible, los tiempos de paso en los puntos, la meteorología del alternativo en ruta, cualquier situación técnica o avería si la hubiese y también cualquier situación relevante que exista en relación con ustedes.
Ahora son las 9 de la mañana en España y aquí empieza a vislumbrarse el ocre del
amanecer… en breve comenzarán a sonar en mi mente esas bellas palabras que
Puccini escribió para mantener a todos despiertos y que nadie durmiera. Muchos
amaneceres resuena esa melodía en mi cabeza mientras el Sol nos da la bienvenida a un nuevo día volando.
Haremos ahora el cambio entre el centro de control de New York y Santa María y creo que voy a desayunar. Aún nos quedan unas 4 horas y media para posarnos en Madrid y ustedes están durmiendo en su gran mayoría. Pasa el tiempo y ya la inmensa mezcla de ocres, amarillos y rojizos del amanecer nos rodea y va borrando el negro de la
noche que va quedando detrás mientras volamos hacia casa.
Nos acaba de informar la sobrecargo que han pedido un médico entre ustedes ya
que aparentemente hay un pasajero que no se encuentra bien y está acostado en el suelo del galley trasero. Nos da también información básica del paciente, ( a partir de ahora le trataremos así ) su edad, sexo, datos generales y de qué se queja.
Entre el galley trasero y nosotros hay unas decenas de metros nada más, pero los
acontecimientos allí se pueden acelerar muy rápidamente y la situación se puede
complicar mucho. Así que inmediatamente mi compañero y yo con solo una mirada ya sabemos cuál es nuestro plan “B”: Lajes.

Recabamos la última información
meteorológica y estamos atentos a lo que nos digan desde atrás.
La doctora que ha atendido al paciente ha concluido que tan solo es un bajón de
azúcar y que no tiene más relevancia. Así que respiramos profundamente y
seguimos hacia Madrid. Los vuelos dan mucho de sí…
Muchas gracias una vez más por elegirnos para surcar estos aires y bienvenidos a
España.