Muy buenas noches señores pasajeros.

Se nos acaba el mes de Septiembre y casi me parece mentira. Los dos últimos meses han sido muy frenéticos entre los muchos vuelos realizados por trabajo y los volados como pasajero.

He perdido la cuenta,  pero han sido bastante más de lo normal. Aunque lo que más influye en la resaca del Jet-lag es la cercanía entre vuelos. Al igual que un ciclista de una gran vuelta debe recuperar entre las etapas, nuestros relojes biológicos necesitan ponerse a cero y reasentarse para evitar las consecuencias de la falta de sueño.

En dos ocasiones entre dos vuelos he aprovechado para hacer alguna visita a familiares que viven alejados, y en ambas ocasiones he estado sin ir por mi casa una semana, y esto deja un extraño sabor de boca.

Hoy hemos salido antes de hora así que llegaremos unos minutos antes de la programada, cosa que especialmente agradezco porque tengo ganas de llegar a “casa”. Casualmente nos han escrito desde nuestras oficinas centrales para solicitarnos que, en la medida de lo posible, aceleremos e intentemos reducir el tiempo de vuelo por interés comercial. Así que hemos cambiado de nivel de vuelo y mantenemos una velocidad inusualmente alta.

Posiblemente ustedes no lo noten a menos que estén muy “volados”, pero nosotros si que notamos un ligero aumento en el ruido que el aire hace alrededor del avión y también, que los pequeños “baches de la carretera” son como más breves en el tiempo, como más secos. Vamos más rápido y lo notamos en esos pequeños detalles. El consumo extra de combustible lo hemos compensado aumentando la altitud y esto reduce el gasto específico de los motores.

Según nuestros cálculos llegaremos antes a Madrid. Ahora son las 7:22 de la mañana en Madrid y ya llevamos 6:55 horas de vuelo. Ustedes duermen y nosotros empezamos a ver las luces de Maspalomas y Playa del Inglés al sur de Gran Canaria. Estamos en España, ya en casa…

Hemos pasado unas 24 horas muy húmedas y lluviosas en Río, pero ha merecido la pena por el paseo por Copacabana y las calles cercanas, la cerveza Bohemia y la picanha. Ver el Pao de Açucar y el Corcovado cubiertos por una intensa niebla es mágico y siempre sorprende… Río siempre sorprende.

Tanto la aproximación a la llegada como el despegue siempre son especiales dada la increíble belleza de la naturaleza y orografía que rodea a la ciudad. Llama la atención lo extendida que está la urbe hacia el interior lejos del Río que todos conocemos de las famosas playas.

Nuestros aviones han funcionado a la perfección tanto a la ida como ahora mismo de regreso y no hemos tenido ningún problema con los pasajeros. Control de Canarias nos solicita qué nivel de vuelo par queremos volar más adelante, así que les hemos dicho que descenderemos a FL380 ya que estamos aún muy pesados para subir a 400.

¿Como sabemos esto? Pues es relativamente fácil y con solo consultar una página del FMC ( Flight Management Computer ) lo sabemos. Ese calculador lo único que hace es saber las capacidades del avión por diseño,  y con los datos reales del vuelo, calcula datos de límites. Anteriormente esto se hacía a mano  con unas tablas realizadas por el fabricante,  y formaban parte del estudio de Perfomances del avión. Hoy en día no solo tenemos las computadoras de a bordo, sino que también tenemos esa posibilidad en las tabletas electrónicas que llevamos con nosotros donde está toda la información que solíamos llevar en aquellas pesadas carteras de vuelo.

El estudio de estas capacidades es algo recurrente en los cursos de refresco ya que, a pesar de que las usamos a diario, hay algunos cálculos que no solemos realizar muy a menudo. Nos plantean problemas de cálculos en condiciones de emergencia y en tiempo frío por ejemplo ya que son dos situaciones poco usuales.

Calcular las distancias de aterrizaje, el peso máximo de despegue en una pista con nieve, el nivel de vuelo máximo con un motor parado o la pendiente media de ascenso tras un fallo de motor en despegue de un aeropuerto exótico,  son cálculos que solemos realizar en esos problemas que se inventan para fomentar y mejorar nuestro entrenamiento cada seis meses.

De aquí a fin de mes tengo uno de esos cursos y será mi última actividad aérea hasta el mes que viene, donde tengo programado ya el curso de diferencias y capacitación para empezar a volar el A-346. Serán unos 10 días de intensos cursos teóricos y sesiones de simulador tras los cuales tendré unos primeros vuelos supervisado y posteriormente podré volar indistintamente el A330 y el A-346.

Teniendo en cuenta que el avión lo he volado durante 14 años, este cambio no supondrá mucha innovación, pero me hace mucha ilusión regresar a esos destinos a los que no he vuelto desde entonces,  pero en esta ocasión como comandante del cuatrimotor.
Existen bastantes diferencias entre ambos modelos: sistema eléctrico, hidráulico, tren de aterrizaje, motores y combustible. Pero una vez en las manos, vuelan muy parecido y solo hay diferencias notables cuando falla algún motor ( cosa que no ocurre mas que en el simulador ). Me atrae mucho la idea de poder compaginar todos los destinos a los que ya vuelo, y añadiendo Ministro Pistarini, El Dorado, Arturo Merino, Benito Juárez, Mariscal Sucre y Kennedy.
Aunque nada más bajarme del avión me iré a casa, comienza en breve una nueva etapa, nuevos viejos destinos en los que espero nos acompañen como hasta ahora.

Una vez más gracias por volar con nosotros esta noche, sigan descansado y en un par de horas comenzaremos el descenso hacia un frío y lluvioso Madrid.