Muy buenas noches señores pasajeros.
Aquí estamos de camino a casa de nuevo, en una noche tranquila y oscura. Será un vuelo breve de unas 7 horas y media nada más, dada la fuerte componente de viento en cola que nos acompaña y empujará hasta Madrid.
Hace relativamente poco me preguntaba alguien sobre los botones de la cabina, y se interesaba por saber su número, si los usábamos todos, y sobre cuántos de ellos usamos para poner en marcha el avión. Solo en el panel superior, los acabo de contar, hay casi 260 botones, interruptores y selectores. En total deben ser muchos más ¡no los he contado del todo!, pero son bastantes. Lo cierto es que están ordenados siguiendo una lógica que es relativamente común para todos los aviones con pequeñas diferencias, dependiendo del fabricante y modelo de avión. Por ejemplo: las luces exteriores se controlan desde el panel superior, las radios desde el pedestal central, y los sistemas de combustible, hidráulico y neumático también desde arriba. En general la palanca del tren de aterrizaje suele estar en el panel frontal y el freno de aparcamiento en medio de los pilotos.
En la operación normal los usamos casi todos, y los que no, son para ocasiones especiales tales como emergencias y/o procedimientos que se salen de lo habitual y rutinario: paradas de motor, fallos de equipos, transferencias manuales de combustible, evacuaciones de emergencia, problemas con el tren de aterrizaje, etc…
El orden de encendido en este modelo de avión comienza con la conexión de las baterías y antes de exigirles nada, comprobamos su voltaje y amperaje. De ahí pasamos a hacer una prueba al sistema detector de fuego del APU antes de arrancarlo. Y una vez que tenemos electrificado todo el avión, comenzamos a apagar luces, ya que para los Airbuses, los interruptores tienen en su gran mayoría un formato de pastilla que se aprieta para poner el sistema encendido o en automático, y de esa manera está la luz apagada.
Así es que ponemos todos los sistemas del avión en línea mientras se acondiciona la cabina de pasaje para recibirlos en un ambiente cómodo y agradable. Finalmente nos metemos en el cerebro del avión, llamado MCDU, para empezar a configurar el vuelo: inicializarlo, insertar nuestros datos, la ruta, meteorología, combustible y diferentes opciones de ruta por si hay cambios antes del despegue o justo después.
… las 6 y 25 de la mañana en España y amanece la Luna con un breve cuarto creciente casi acostado dada la latitud a la que nos encontramos. Estamos en pleno Triangulo de la Bermuda, hablando con ellos en VHF y cumpliendo con todo lo planificado. No nos movemos, el aire está en calma y ustedes duermen en gran media… y prosigo con mi relato…
Una vez completado esta fase ya solo nos queda cerrar las puertas y poner en marcha los motores para comenzar el rodaje a la pista y hacer lo más divertido. Una vez en vuelo vamos en constante supervisión de la operación, que se van cumpliendo los planes que habíamos insertado en la MCDU, los consumos de combustible son los esperados y que la ruta no tiene obstáculos meteorológicos que tengamos que evitar.
Una vez llegando al destino preparamos el descenso y aproximación para adaptarnos al trafico en el aeropuerto, calculamos la distancia de frenado en la pista y procedemos a descender y al final desconectamos el piloto automático para convertirnos en pilotos unos minutos y posar este gran pájaro suavemente en el asfalto.
Ya en el parking todo acaba al parar los motores, devolver el avión a su estado de reposo, apagando todos los sistemas y encendiendo sus luces, al revés de la lógica normal.. jeje. Rellenamos la documentación pertinente, recogemos nuestros objetos personales y abandonamos el avión tras el último pasajero.
Ahora, como todos, nos queda esperar por nuestros equipajes, despedirnos y cada uno regresa al cobijo de sus refugios en casa donde poco a poco volvemos a poner los pies en el suelo y recuperamos nuestra normalidad terrícola.
Dependiendo de la programación de cada uno, tendremos más o menos días de descanso antes del siguiente servicio de vuelo, y aunque el primer día estamos con el jetlag más intenso, rápido nos recuperamos para poder disfrutar de nuestras familias y nuestra vida.
Una semana por aquí y otra semana por allá, como ya saben : «Del Tingo al Tango».
Muchas gracias por volar hoy con nosotros y hasta la próxima.


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