La aviación vista por un aviador

VOLANDO UNA VEZ MÁS

Muy buenas noches señores pasajeros, volando de nuevo sobre este amplio y oscuro océano. Con la luz artificial de la cabina mis pupilas no son capaces de ver ninguna estrella ahí afuera y tan solo miro los instrumentos. Estamos adelantando unos minutos sobre la hora de llegada a Madrid a la vez que ahorramos unos 300 kilos sobre la estimación en cada punto del plan de vuelo.

Como bien saben, cada vuelo es especial y éste no podía serlo de otra manera. He regresado después de casi dos años por Chicago y esta vez sentado a la derecha haciendo labores de capacitación de un compañero comandante. Un piloto fenomenal que está acabando esta fase y no tiene ningún problema ni con el avión ni con la operación de largo radio. En breve lo soltarán.

Ayer mientras íbamos hacia Chicago y sobrevolábamos la ciudad canadiense de Killaloe, admiraba por la ventana a todas esas personas que allá abajo, viven en esa fría estepa llena de lagos y ríos helados rodeados de mucha vegetación, constantemente enfrentados a los rigores de un clima continental muy duro y severo,  pero donde ellos desarrollan sus vidas de forma plena.

La sensación de libertad de la que gozamos aquí arriba no creo que se pueda comparar con ninguna otra, ya que a pesar de ir atados a una aerovía, las vistas que tenemos y el estar rodeados de esta inmensidad, nos hace sentirnos tremendamente libres.

Hace ya unas horas el control de NY nos mandó un mensaje en el que nos decía que un A346 que iba delante de nosotros había reportado turbulencia en un punto determinado. Normalmente este tipo de información nos la dan referida a una zona, y no sobre un punto. Así que marcamos en el mapa el punto y un círculo a su alrededor con un radio de 100 millas. El único lugar de la ruta de hoy donde preveíamos que se moviera por el cruce de dos chorros estaba cerca de este punto, así que íbamos doblemente avisados. Y fue allí donde efectivamente se ha movido. Dar un rodeo hoy hubiese sido muy poco práctico porque nos haría llegar muy tarde a Madrid y son muchos de ustedes los que continúan en vuelos de conexión. Un pequeño peaje que pagar para cumplir con nuestro compromiso de llevarles a sus destinos que espero sepan comprender y no sea muy “insufrible”.

Realmente este trabajo es muy sencillo en cuanto a lo que técnicamente se espera de nosotros: volar el avión es sencillo. Lo complicado es la toma de decisiones, ya que al final del día dentro de un equipo, como es una tripulación, es una persona la que las toma y en mis vuelos esa persona soy yo. Hay que saber barajar todas las opciones, los pros y los contras de cada una de ellas y sobre todo, saber delegar y confiar en los compañeros para que las lleven a cabo.

Es en estos vuelos en los que capacito a comandantes me enfrento a una parte no tan agradable de mi función: ¿qué pasará y como llevaré el día en que tenga que decirle a un compañero que no lo veo listo,  y que voy a recomendarlo para que reciba más instrucción?

Por probabilidades, se que esta posibilidad existe y, aunque no lo deseo, tendré que vivirlo. Por un lado siento que para el piloto no es grato que le digan y le hagan ver que no está a la altura de lo que se espera de él, y por otro lado está la responsabilidad de saber que el día de mañana este piloto se va a enfrentar a situaciones en las que tendrá que ser él o ella, quien que tenga que tomar una decisión,  y yo por ahora no tengo fe en que lo haga bien.

La línea para definir el visto bueno, según mi criterio, está bien marcada, pero aún así no es tampoco una decisión sencilla para el capacitador por las consecuencias que tiene desde el punto de vista personal, así que he de ser muy objetivo cuando me llegue esta situación. Hoy no es el caso porque se demuestra una vez más lo bien que hace su trabajo el departamento de instrucción y las miles de horas de vuelo con las que cuentan mis “alumnos” cuando llegan a esta fase final previa a la suelta.

Quizás hoy yo sea el alumno a vigilar, ya que por primera vez en muchos meses físicamente estoy volando desde la derecha y,  ya que la operación en tierra en Chicago es algo compleja, hemos decidido que sea mi “comandante” el que se haga cargo de esta parte del vuelo y yo sea el piloto que vuela. De esta manera él operará por primera vez como piloto monitoreador y llevará las comunicaciones mientras yo vuelo desde la derecha (con la mano derecha).

El rodaje ha sido raro y el despegue se ha sentido también raro, porque hacía mucho que no lo hacía desde la derecha. Cambian todas las perspectivas, la visión del horizonte es otra, los gestos del cuerpo y las sensaciones recibidas son otras. Obviamente nada es nuevo porque con tantos años como copiloto es volver al inicio, pero sí que se siente algo diferente a veces. Ya estamos a punto de entrar en espacio aéreo portugués y en un par de horas tomaremos tierra de Barajas. Otro reto para superar desde la derecha.

Nos espera una fresca mañana con un par de grados, poco viento y despejados cielos. Algo así como el Chicago que dejamos atrás, aunque a lo largo de la mañana las temperaturas subirán por encima de los 20º.

Una vez más muchas gracias y buenos días ya en unas breves horas.

Bienvenidos a España.

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12 respuestas a “VOLANDO UNA VEZ MÁS”

  1. Paco, gracias a Ud. por esa «tremenda» descripción con profundo contenido aeronáutico, geográfico, matemático y hasta socio político; es siempre, muy placentero leerlo. Adelante.! Buen regreso a casa 🙂 Abrazo Juan Pablo

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  2. Una vez más, encantado con la lectura de tus artículos. Y leyéndote me ha surgido un interrogante… ¿en aviones no AIRBUS, donde hay un yoke central y no un sidestick lateral, también cambian tanto las sensaciones entre volar a la derecha o a la izquierda? Siempre me he hecho esa pregunta, si los comandantes notan grandes diferencias entre llevar el control del stick con la mano derecha y otras con la izquierda, depende de donde se sienten, digo yo… ¿será como intentar escribir con la mano contraria a la habitual, no? Un abrazo y buenos vuelos!

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    1. Si que se nota porque no es tanto el gesto de la mano sino las referencias visuales

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  3. Muchas gracias comandante, es una gozada leerte. Espero seguir disfrutando de tus entradas muchos años.

    Un abrazo grande

    Damian

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  4. Dar docencia a esos niveles, se compara a ser doctor de futuros doctores.

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    1. Algo parecido si jejeje. Gracias y saludos

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  5. En el momento de decir a un piloto que no está listo,estará bien tomada la decisión,por la gran responsabilidad de su trabajo..y la de sus instructores o los capacitadores..se queda con la conciencia tranquila y el piloto alumno tendrá que esforzarse más si desea cumplir sus metas de aviador..es mi opinión Cmte..y al final,todo saldrá bien..Felicitaciones por el buen proceder ..y gracias por acordarse de nosotros seguidores y compartir las bellas vistas de cada vuelo que haces..😊

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  6. Que interesante lo que dices… !! Yo estoy camino a mi licencia de Insrtuctor de Vuelo.. me
    Encantaría que con su experiencia haga un artículo relacionado a este tema!! Voces o palabras como la suya siempre es bueno tenerlas de referencia.. happy landing comandante !

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