La aviación vista por un aviador

AFORTUNADOS


Muy buenas tardes y bienvenidos a bordo. 

Parece mentira que después de más de 6 meses estemos de nuevo aquí en la plataforma, esperando que pase esta tormenta y los rayos que caen se alejen y nos permitan continuar hacia la puerta de embarque para poder abandonar el avión e irnos a descansar. Parece mentira, pero no lo es.

Primer día de Octubre de este 2020 tan sumamente extraño para todos. Por fin me han programado un vuelo, este nuestro vuelo, y les confieso que cuando recibí la noticia se me saltaron las lagrimas. Me puse a reorganizar la documentación y a ponerme al día a fondo, repasando procedimientos y volando en tierra. Esto es algo que hacemos los pilotos cerrando los ojos para intentar visualizar los pasos de los diferentes procesos en las etapas del vuelo, los cientos de interruptores, los avisos, las trayectorias del avión, los pasos de memoria … Hacer cabina en una silla de casa.

Después de tantos meses en tierra soñando con este momento, es difícil describir el cúmulo de emociones y sensaciones que he podido disfrutar desde que comencé a hacer la maleta hasta que hemos aterrizado en el destino.

Ha sido muy reconfortante ver que todo ocurría en su momento y que mi mente y mis manos sabían y recordaban exactamente qué hacer. Esta mañana no he querido tomar café para evitar añadir un suplemento de intensidad a este día, pero he de confesar que el entrenamiento y disciplina que tenemos es tan potente, después de más de dos décadas volando, que en cuanto te vistes el uniforme la mente se pone como me gusta decir en “modo avión”, y eso es lo único que ocupa mis pensamientos y mi voluntad: estar siempre a la altura, y nunca mejor dicho, del cumplimiento de la obligación en grado de excelencia. 

De camino al aeropuerto iba notando cómo se incrementaba el grado de concentración aunque el entorno al llegar allí no era el habitual. Pocos pasajeros, muchos sitios negocios del aeropuerto cerrados o precintados. Despacho del vuelo diferente, mucha información nueva que hay que leer rápidamente sobre el destino y los aeropuertos de la ruta. Somos una tripulación de tres pilotos pero solo volaremos dos ya que el otro comandante hace labores de inspección de la autoridad aeronáutica y solo viene para «examinarnos», cosa que nos hacen una vez al año. La tripulación auxiliar es muy agradable y tras las mascarillas intuyo sus sonrisas al decirles que no he volado en 6 meses. Saben que no hay por qué preocuparse dado el alto nivel de entrenamiento al que nos someten, pero imaginan mi enorme felicidad de poder estar allí.

Nos bajamos de la furgoneta al lado del avión. Es inmenso, majestuoso… una belleza.

Llegando a la puerta del avión percibo ya ese olor que solo los aviones de esta nuestra compañía tienen. Es este aroma especial que hace que el expatriado se sienta en casa una vez que embarca para volver a España desde allá donde se encuentre.

Ahí está la puerta de la cabina y mientras me quito la chaqueta y hablo con el coordinador y la sobrecargo sobre el embarque, no puedo quitar los ojos de ese asiento con el que tantas veces he soñado y deseado volver a sentarme en tantos meses…

¡Vamos allá!

Alineados con la pista poco a poco aplico potencia y acelera, mantengo el avión centrado y mi compañero me «canta» :100,V1,Rotación….. Suavemente tiro de él, planos nivelados, regimen positivo: Gear Up.  Todo ocurre muy rápido pero voy saboreando cada minuto con intensidad, como si no hubiera mañana. 

Nivel de crucero, Lisboa y ahí está el inmenso Atlántico con su luz, las nubes bajas dejando pequeñas sombras sobre el espejo del agua, el Sol un poco inclinado hacia el oeste nos acompañará todo el vuelo hasta que se ponga llegando a Miami. No se esperan tormentas en todo el camino hasta que lleguemos a las Bahamas donde hay un fuerte frente que nos dará algo de trabajo en la entrada a la Florida.

Hoy no uso las cortinillas parasoles, hoy lo quiero ver todo, gracias a un viento en cola veo cómo las nubes pasan más rápido de lo acostumbrado a nuestro alrededor. No quiero saber qué hora es, no me interesa saber que el tiempo pasa, estos minutos son míos, los echo mucho de menos…

Hoy quizás me he extendido demasiado en mis emociones, pero si todos los vuelos han sido siempre especiales, este de hoy para mí tiene un significado excepcional por todo lo qué implica. Estar aquí arriba nos ayuda a poner en su lugar las cosas de allí abajo…Aquí, a varios miles de pies de altura todo sigue igual y todo lo que observas abajo desde esta distancia no ha cambiado nada…

Las horas del vuelo pasaron lentamente y he disfrutado cada momento como quería, saboreando lo afortunado que soy ejerciendo esta profesión que es, en realidad, una forma de entender la vida.

Llegando a Florida, cerca de Freepot, empiezan las grandes torres de cúmulos a ponerse en nuestra ruta, así que comenzamos a «coser» nuestra trayectoria entre las grises columnas de agua. El Sol se ha puesto ya y el controlador nos da instrucciones para el descenso. Nos acercamos desde el noreste hacia Miami, cerca de Fort Lauderdale y vemos ya la línea de costa y el mar de luces que son las ciudades americanas. Pero lo que más podemos observar son los rayos que caen dentro y fuera de las tormentas cerca de Miami.

Nos preparamos porque quizás nos puede caer alguno. Mientras esto ocurre hacemos la previsión por si tenemos que irnos a Orlando, con la trayectoria, el combustible y los cálculos listos para evitar sorpresas mayores. Control nos guía en una dirección que no me parece lógica para la pista 27 y, tras comprobar, observamos que, efectivamente han cambiado a la 9.

Gracias a la gestión en cabina y el trabajo en equipo yo sigo volando y llevando las comunicaciones, mientras mi compañero me cambia la pista en la computadora del avión. Ningún problema porque también lo teníamos previsto, así que se trata solo cambiar un «detalle» como la pista y ya. Esto nos ahorra tiempo de vuelo y aterrizaremos antes de hora.

Establecidos en larga final, nos llueve bastante y no veo la pista, pero sabemos con certeza que allí está.

Lo dejo que vuele solo. A nuestra izquierda el radar lo pone todo rojo y magenta, delante de nosotros se ven ya las luces de la pista.

Desconecto el piloto automático y hago pequeñas correcciones para llegar a 1500 pies establecido en velocidad, configuración, potencia y senda de planeo. Aquí estamos y todo bien. 

Un rayo cae a mi izquierda, tan cerca que se oye desde dentro de la cabina del avión el rugir del trueno. 

Sigo volando…

100 pies, algo de viento de la izquierda, pedal derecho, corrijo, 50 pies y 7 nudos en cara..40….30…20… Retard! … Retard!

Llevamos ya 15 minutos esperando que nos dejen seguir hacia el parking y en la oscuridad y silencio de la cabina estoy sonriendo incontrolablemente: me ha sabido a gloria…

En esta profesión no tenemos suerte ni creo que seamos unos bendecidos. Tener suerte es una cuestión puntual en brazos del azar: te toca la lotería, cae un rayo y no te da, te equivocas de ruta y encuentras un restaurante fantástico…Eso es tener suerte. Nosotros somos afortunados porque siempre, incluso en tierra, estamos volando o podemos volar con esas vistas, estas experiencias, estos olores, estos amigos, esta vida.

Una vez más hemos de agradecerles que hoy nos eligieran a nosotros para volar.

Una vez más les agradezco personalmente que me permitan vivir esta vida tan especial para mí, gracias.

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11 respuestas a “AFORTUNADOS”

  1. Ya he tenido la buena noticia del día!!! Comandante, bienvenido a tú cabina, donde realizas el sueño de trabajar en lo que te apasiona, pero sobre todo, GRACIAS por llevarnos en cabina a todos nosotros una vez más. Te echabamos de menos, Paco! Que alegría me has dado!!! 🙂 🙂

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    1. Gracias y Bienvenido de nuevo jejeje

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  2. Avatar de Maria del Carmen Rodriguez
    Maria del Carmen Rodriguez

    Comandante, qué placer leerlo y percibirlo tán feliz. Su «oda al vuelo», si me permite así denominarlo,transmite una profunda emoción, propia de un profesional apasionado por su quehacer.
    Bienvenido a este vuelo virtual que emprendemos sus seguidores.

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    1. Muchas gracias, tras 6 meses sin volar ha sido un placer enorme el volver a hacer algo que me hace tan inmensamente feliz. Saludos

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  3. Excelente narración, gracias por compartir sus emociones, FELICITACIONES por estar devuelta, y Felicidades por ser afortunado en trabajar en lo que mas le gusta……

    “Vamos a aclarar una cosa. Hay una gran diferencia entre un piloto y un aviador. Uno es técnico; el otro es un artista enamorado del vuelo”. Anónimo.

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    1. Muchas gracias, sabias palabras.

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  4. Avatar de Gustavo Sanabria
    Gustavo Sanabria

    Es un sueño que muchos solo soñamos, disfruta, vuela y sonríe, gracias por compartir con nosotros el cielo no solo en video o foto sino en pensamiento y palabra, fuerte abrazo ! Que siga el vuelo, que siga el éxito.

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    1. Muchas gracias Gustavo, seguiré así sin duda alguna. Saludos

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  5. Excelente Paco, como si estuviera ahí contigo en cabina que manera de relatar tu hermosa travesía , gracias por compartir y buen regreso a casa!!!

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  6. Ya se te echaba de menos, ayer mismo sin ir más lejos pensaba en que situación estarías, después de retirar Iberia los A340-600, que era tu última oficina. Me alegro de volver a encontrarte por aquí y de que recuperes toda la ilusión. Saludos

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    1. Muchas gracias !! Esto es muy duro para todos..

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