Muy buenas noches señores pasajeros.
Esta noche es de las mágicas sobre el océano donde solo falta el sonido de los violines de alguna obra maestra de la música clásica que hoy les dejo elegir a su gusto.
La noche es oscura pero la Luna lo ilumina todo con ese suave y casi tierno modo de alumbrar las pocas cosas que a nuestro alrededor nos acompañan en esta travesía entre los dos continentes. Abajo, unas nubes nos enseñan sus curvas… otras sus rayos internos que hacen que se ilumine toda la tormenta … algunas simplemente nos ven pasar… , y en gran parte, tan solo el brillo frio del agua que a veces está revuelta por los vientos y, como ahora, nos muestra un reflejo casi como un espejo de los rayos de la Luna llena.
Hoy en día estamos todos más que acostumbrados a ver en las cabinas de los aviones que surcan todo el planeta a tan solo dos personas: los pilotos. Solo en algunas aeronaves militares tanto occidentales como rusas podemos ver tripulaciones técnicas compuestas por un número superior a dos. También en los pocos aviones viejos que aún quedan pero que cada día son menos y, a pesar de su valor histórico, escasean y son sustituidos por otros más modernos y eficaces.
Yo he tenido la suerte de haber nacido en una familia aeronáutica en la que lo normal eran aquellas tripulaciones de 3 personas. En una ocasión llegué a cruzarme en las oficinas de la compañía con un señor que llevaba un uniforme raro y, al preguntar quién era, me dijeron que era el último radio que aun quedaba en la empresa.
Antes iban dos pilotos y un mecánico de vuelo, pero en los vuelos largos (y en aquellos tiempos de la hélice, eran realmente largos ) iban varios pilotos, varios mecánicos y hasta un radio. Este señor se encargaba de la navegación y las comunicaciones, cosa que hoy en día ya forma parte del hacer de los pilotos que desde el entrenamiento novel somos formados en estas tareas. También es cierto que los medios que hoy en día tenemos están a años luz de los sextantes y radiofaros que se usaban en aquellas epopeyas, porque eso es lo que realmente eran.
Pero hay una figura que aún siendo sustituida por nuevos sistemas tecnológicos y entrenamiento de los pilotos, no creo que en la realidad exista nada que los reemplace: el Mecánico de Vuelo.
En mi época joven se les llamaba así, después se les cambió el nombre a Oficiales Técnicos de Vuelo (OTV). En España ya quedan muy pocos en activo y están en aviones militares, no en la aviación civil. El OTV era una figura profesional, un miembro más de la tripulación y tenía su propia calificación de vuelo, como los pilotos, específica para un tipo de avión determinado. En otros países, su papel era realizado por pilotos que durante un tiempo y al entrar en la empresa, pasaban por esa butaca como parte de su formación.
Aquí era muy diferente. Cada OTV tenía su historia, y aunque muchos coincidían en el historial académico o profesional que los llevó hasta ese puesto, yo les voy a contar la historia de uno que conozco muy bien.
Entró en la empresa siendo un chaval y comenzó cargando maletas, en aviones donde eso se hacía a mano y había que meterse en la bodega, en cuclillas, para colocarlas según mandaba un capataz. Persona inquieta siempre pensando en mejorar en su trabajo, se preocupó por completar y presentarse a todos los cursos técnicos de formación que la propia empresa ofrecía a sus empleados y llegó a ser jefe de equipo de los electricistas ( de los aviones ) en la base desde donde operaba.
Un buen día, un compañero le sugirió que se presentara a las pruebas para mecánico de vuelo, pero para eso debía ir a Madrid a prepararse. Pidió el cambio de base a la capital y allí aumentó su visión de la empresa trabajando en todas las flotas y hasta en los grandes aparatos de la época que nunca veía en su base anterior. Fue allí donde, cobrando el mínimo, la empresa le permitió simultanear el trabajo con la preparación para los fuertes exámenes que debía superar en León. Entre las muchas cosas que les exigían, estaba el saber el par de apriete de ciertas piezas de un motor, algo que siempre me llamó mucho la atención.
Otro gran reto a superar era el idioma, ya que les exigían un nivel alto de ingles, y tuvo que empezar de cero. Un señor con dos hijos pequeños viviendo en un lugar lejano a su casa, en la España de los años 70 con la Transición por medio y un Seat 124 para moverse por una ciudad como Madrid. Todo eran retos… Retos de la generación en la que había que luchar para salir adelante y siempre pensando en no volver atrás, a un historia muy dura y muy cercana en el tiempo. Pensando en dejar a sus hijos volar solos en un futuro, mejor preparadosy sin tener que sufrir todo lo que ellos tuvieron que superar.
En mis comienzos, tuve el inmenso honor y placer de volar con mecánicos. Gente de una profesionalidad y un nivel de la excelencia del que solo podía aprender y empaparme. No solo en aspectos técnicos de los vuelos, sino de todo en general. Fuéramos donde fuéramos el OTV sabía donde consultar cualquier duda o gestión en el organigrama de la empresa, conocían a todo el mundo, cuando el clima en cabina se enrarecía por alguna diferencia de criterio entre los pilotos, sabían como intervenir y suavizar las cosas. Cuando un piloto nuevo llegaba y no conocía a su comandante, el OTV le podía adelantar el talante del “jefe”… hasta sabía un sitio muy bueno donde comer muy bien y a buen precio en cualquier destino del mundo.
Hay muchas historias de los mecánicos. El ir detrás y alejado del vuelo le daba una percepción más general de las cosas y cuando los pilotos entraban en eso que llamamos “visión de túnel”, ellos desde atrás ofrecían otra visión, otras opciones, soluciones normalmente.
Recuerdo la historia en la que un avión aterrizó en un país africano donde acababan de dar un golpe de estado y les cerraron el aeropuerto. Toda la tripulación acabó en la casa del Embajador durante unos días ( no había teléfonos móviles como hay hoy ). Cuando finalmente los dejan salir, al llegar al avión las baterías estaban descargadas y sin medios para recuperarlas, pero el mecánico se hizo amigos de los locales y rebuscando por algún sitio del aeropuerto encontraron unas baterías del Concorde que Air France tenía allí “por si las moscas”, cosa que fue de gran ayuda porque aun sin ser iguales, el mecánico consiguió usarlas en su avión y salieron de allí tan rápido como pudieron.
Recuerdo otra historia donde gracias a que el mecánico aplicó máxima potencia a los motores cerca del suelo, obligando al piloto al mando a hacer un Go/Around, no sufrieron un accidente. Son muchas las veces en que aquel par de ojos hacía una labor no reconocida y de la que hoy toda la aviación se ha nutrido para ser mejor y más segura.
Tenían un sindicato, el SEOTV que publicaba una revista que yo devoraba por sus artículos técnicos y que ofrecían una visión diferente de la aviación que por aquellos años empezaba a conocer. El SEOTV tenía un lema muy directo “Tres Mejor que Dos”.
Así de simple era el mensaje , pero la tecnología ha avanzado tanto y en tan poco tiempo que ya hoy todas las labores técnicas que ellos realizaban a bordo ha sido sustituida por muchos ordenadores y software, que nos guste o no, ha cambiado completamente la forma de operar los aviones.
Pues si… ese chaval que empezó acarreando maletas, que fue Jefe de equipo de electricistas, que se marchó a Madrid con toda la familia a simultanear el trabajo con una dura preparación, que tuvo que aprender inglés a marchas forzadas, que alcanzó la calificación profesional de Mecánico de Vuelo hasta jubilarse como tal en el avión más grande del mundo: el Jumbo… que se impuso y afrontó mil y un retos para que sus hijos pudieran volar solos en el futuro, que desarrolló con esfuerzo y tesón una intensa, dura y brillante carrera profesional es mi padre, del que me siento muy orgulloso y que me transmitió entre muchos otros valores mi pasión por volar.
Aquí seguimos sorteando algunas de estas torres iluminadas, mientras ustedes duermen ya, cuando nos quedan 5 horas para llegar a Madrid. No se moverá casi nada y al llegar les daré el último parte meteorológico que tengamos.
Muchas gracias una vez más por volar con nosotros y con toda la historia de la aviación desde aquellos aviones y sus Mecánicos de Vuelo, hasta este flamante y nuevo A350


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