Muy buenas noches, damas y caballeros

Hoy nos estrenamos en un destino nuevo para mí. He volado a esta zona del planeta en muy escasas ocasiones, pero esta será mi primera vez en Doha. 

Todo es diferente, las sensaciones son raras ya que para empezar hoy madrugamos. Normalmente los vuelos de largo radio desde nuestra base suelen salir como mucho, a media mañana, por la tarde e incluso por a noche. Pero para nuestro vuelo hoy nos hemos presentado en el aeropuerto a la inusual hora de las 7 y media de la mañana. 

A pesar de ser un destino donde ninguno de nosotros ha estado nunca, ambos hemos realizado una sesión de simulador basada en este aeropuerto que tiene sus “cosas”. Y si, digo ambos porque solo vamos dos pilotos hoy. 

Podría parecer que juntar a dos pilotos que no han ido nunca a un destino nuevo, pueda ser un aumento del riesgo. Este aumento está controlado por el inmenso trabajo que se hace en la estandarización de procedimientos, de forma que, en gran medida, es lo mismo ir a Barcelona que a Doha. Cada aeropuerto tiene sus peculiaridades y detalles, que con una buena preparación previa, se recuerdan y observan para, junto al resto de procedimientos normales, podamos ir a casi cualquier aeropuerto sin mucha más preparación.

Despegar de Madrid hacia la derecha ya es diferente, tan de mañana rodeado de los vuelos europeos en curso a Valencia. Sobrevolar la ciudad y ver desde arriba el destrozo que ha dejado tras de sí la última gran tormenta sobre la zona y el color del Mediterraneo marrón, indica el tamaño de la tragedia allá abajo.

Ya sobre el mar pasamos muy cerca de Ibiza, Argelia, Túnez. Malta y en Egipto ya viramos más hacia el sureste sobre Alejandría y con rumbo hacia Luxor. Desgraciadamente las nubes no nos dejaron ver nada de las pirámides. Viramos de nuevo hacia la izquierda para cruzar el Mar Rojo hacia Medina y Riad en Arabia Saudita.  Dentro de un ratito entraremos en el Golfo Pérsico y tras unos virajes cerca de la costa y en descenso aterrizaré por primera vez en Doha.

Si hasta ahora hay algo que ha impresionado han sido las vistas. Nuestros vuelos son larguísimos periodos sobre el océano donde casi no vemos nada de importancia, pero hoy todo ha sido diferente. Ibiza es preciosa, Malta muy verde. Las ciudades de Argel y Túnez al igual que toda esa costa del norte de Africa parece my bonita para visitar.  El mar Mediterráneo siempre me hace imaginar con sus costas tan cercanas, a como las grandes civilizaciones del pasado lo han surcado: egipcios, griegos y romanos. 

Ya en Egipto y Arabia Saudi, los colores del desierto son algo inolvidable, las inmensas dunas , las formaciones rocosas, los ocres mezclados con los rojizos y amarillos. Es increíble ver el cauce del Nilo que hace que esa tierra tan árida cambie de color y de vida a lo largo y ancho de su extensión llenando de verde y muchos campos cultivados a ambas orillas.

Hoy vamos en un Airbus 330 de la serie 200, y el peso máximo certificado de este “avioncito” son nada más y nada menos que 242 toneladas, aunque hoy solo llegamos a las 202 en el despegue desde Madrid. Ya hemos realizado los cálculos para nuestro aterrizaje y vamos muy bien de peso y con amplios márgenes ya que Doha es un aeropuerto muy bien diseñado.

El vuelo a Doha tiene como especial amenaza la meteorología ya que esa puedes ser bastante adversa cuando existen tormentas de arena. La reducción de visibilidad, las altas temperaturas y los vientos cruzados pueden hacer que la operación se complique un poco. Hoy no es el caso ya que, a nuestra llegada hará calor pero máxima visibilidad y vientos muy suaves del oeste.

El otro factor que hace de este vuelo algo peculiar son los casos muy reiterativos de fallo de la señal del GPS en la ruta. Me explico.

Como todos sabemos, el GPS es sistema por el cual el avión es capaz de saber su posición geográfica sobre el planeta con una precisión muy alta. Esto lo calcula en base a las señales que recibe de un número de satélites que están geoestacionarios en una órbita baja alrededor de la Tierra. El avión lleva dos equipos GPS que van de manera independiente calculando constantemente la posición del avión, y así comparándose con los otros equipos de navegación, van triangulandizando una posición muy exacta.

Si por alguna razón esta señal, se viera comprometida, afectada o anulada, el GPS se anularía pasando el avión a volar con los inerciales y la navegación más convencional basada en ayudas terrestres. En territorios donde hay conflictos bélicos, suele ocurrir que la señal GPS está manipulada por sus dueños para usos militares, así que el sistema se protege y se desconecta.

Cuando esto ocurre tenemos que reportarlo, y hoy ya ha ocurrido. A pesar de esto, seguimos con total normalidad hacia nuestro destino.

Ahora voy a seguir con la preparación de la aproximación dado que llegaremos a una hora en la que hay mucho tráfico, son muy severos y rígidos con las normas por aquí. Así que voy a preparar con mi compañero la llegada mientras nos tomamos el último café.

Arabia Saudita es muy oscura por la noche, mientras que Qatar es todo luz y esplendor.

Una vez más muchas gracias por usar estas sus alas, y por acompañarnos hasta un nuevo destino para mí. 

Espero volver verles de nuevo a bordo.